Cuáles son los efectos secundarios de la codeína, un componente común de los medicamentos para la tos

En la temporada otoñal e invernal regresan ciertas enfermedades estacionales y se intensifica el contagio de otras perennes. Por eso, es común que tengamos que echar mano de medicamentos para atajar los síntomas de estas infecciones, como los medicamentos para la tos.

Efectos secundarios de la codeína

Muchos de estos medicamentos contienen codeína, un analgésico opiáceo (narcótico) que también se emplea en el tratamiento de dolores leves o moderados. Aunque se trata de una sustancia segura siempre que se respeten las indicaciones del producto, los opiáceos tienen una serie de posibles efectos adversos y riesgos únicos que en todo caso deben ser tenidos en cuenta.

Por ejemplo, como señala la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, cuando se está tomando codeína, se debe informar al médico si aparecen síntomas intensos como dolor de cabeza, dolor de estómago o dificultad para orinar o si estos signos no desaparecen.

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Por otra parte, algunos síntomas pueden ser graves: agitación, alucinaciones (ver cosas o escuchar voces que no existen), fiebre, sudoración, confusión, ritmo cardíaco rápido, temblores, espasmos, rigidez muscular intensa, ataxia, vómitos o diarrea, falta de apetito, debilidad, incapacidad para lograr o mantener una erección, menstruación irregular, disminución del deseo sexual, problemas respiratorios, sarpullido, picazón, urticaria, cambios en la visión o convulsiones.

Potencial de abuso

Finalmente, es importante destacar que, al tratarse de un medicamento opiáceo, la codeína es una sustancia con potencial de abuso. Resulta adictiva y genera tolerancia en el paciente, y su retirada puede provocar síndrome de abstinencia.

Además, debe tenerse en cuenta que la diferencia entre la dosis umbral (la mínima para que haga efecto) y la dosis de riesgo es baja, por lo que es fundamental no incrementar la dosis de codeína sin seguir las indicaciones del médico y del medicamento. La sobredosis puede causar efectos como dificultad para respirar, respiración lenta, sueño o somnolencia excesiva, incapacidad de responder o despertarse, piel fría y húmeda, desmayos, mareos y ritmo cardíaco lento. Aunque es poco común, en casos extremos podría causar parada cardiorespiratoria.